Es un examen de laboratorio para verificar si hay alguna patología en una muestra de tejido del intestino delgado.
Se extrae una muestra de tejido del intestino delgado durante un procedimiento llamado esofagogastroduodenoscopia (EGD). Para mayor información sobre este procedimiento, ver el artículo: EGD (esofagogastroduodenoscopia).
La muestra se envía a un laboratorio donde se secciona y se tiñe y se coloca en un portaobjetos de un microscopio para su análisis.
Para obtener información sobre la forma de prepararse para la extracción de tejido del intestino delgado, ver el artículo: EGD (esofagogastroduodenoscopia).
Para obtener información sobre lo que uno siente al extraerle una muestra de tejido intestinal, ver el artículo: EGD (esofagogastroduodenoscopia).
El médico puede solicitar este examen si usted tiene signos o síntomas de una infección u otra enfermedad del intestino delgado. En la mayoría de los casos, este examen sólo se realiza cuando no se ha podido hacer un diagnóstico a partir de exámenes coprológicos y de sangre.
Un resultado normal significa que no se encontraron cambios ni sustancias patógenas en la muestra cuando se la examinó bajo el microscopio.
El intestino delgado normalmente contiene ciertas bacterias y levaduras saludables y su presencia no es un signo de enfermedad.
Los rangos de los valores normales pueden variar ligeramente entre diferentes laboratorios. Hable con el médico acerca del significado de los resultados específicos de su examen.
Un resultado anormal significa que se observaron ciertos microorganismos, como los parásitos Giardia o Strongyloides, en la muestra tisular o que hubo cambios en la estructura (anatomía) del tejido.
Un frotis en el laboratorio no ofrece ningún riesgo para el paciente. Para obtener información sobre los riesgos relacionados con la obtención de una muestra de tejido intestinal, ver el artículo: EGD (esofagogastroduodenoscopia).
El análisis del tejido por parte de un patólogo puede ayudar en el diagnóstico de ciertas infecciones intestinales.
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